MEDICINA Y ALGO MÁS

Luego de algunas investigaciones he podido compilar los siguientes artículos.



martes, 22 de febrero de 2011

LICANTROPÌA


Para comprender bien el origen y significado de las leyendas de los hombres lobos, comencemos por caracterizar a éste animal temido y admirado, a través de los datos que nos ofrece el libro Animal, editado por el Smithsonian Intitution en 1996.
Miembro de la familia Canidae,  es pariente cercano de los perros, coyotes, chacales y zorros, reconocidos por su gran resistencia y su comportamiento oportunista y adaptable. Sus cuerpos son musculosos y están cubiertos de un pelaje y color uniformes. Su verdadero poder radica  en sus quijadas largas y sus dientes caninos (que solemos llamar “colmillos”) que les sirven para herir profundamente a sus presas.
El famoso protagonista de cuentos y leyendas es el lobo gris (canis lupus), el miembro salvaje más grande la familia de los cánidos. Habitante de Norteamérica, Groenlandia, Europa y Asia, mide entre 1 y 1,5 m, sin contar la cola, que puede alcanzar 51 cm; su peso oscila entre los 16 y los 60 Kg. En algún momento fue el animal carnívoro más extendido por el mundo y debido al avance humano ha sido desplazado para dar cabida a la ganadería.
 Una de las expresiones más asombrosas de ésta especie es el profundo aullido que emiten mientras alzan la cabeza para anunciar su presencia y definir y defender su territorio. El aullido es audible a una distancia de 6 km y mantiene alejada a mandas rivales.
Puede decirse que el hombre halló admiración en la expresión del aullido del lobo pues simbolizaba agresividad y liderazgo.
No olvidemos un importante detalle a lo largo de la historia del hombre y le lobo: a través de la relación de los hombres y los lobos hace unos 2 mil años ocurrió la domesticación que dio origen a los perros.  Los genetistas afirman que  la principal evidencia se encuentra en el mapa genético de ambos. Los perros son lobos domesticados, de allí su nombre taxonómico: Canis lupus familiaris.
ORIGENES DEL MITO
 Las historias del  hombre-lobo o licántropos (palabra formada por Lykos, o lobo y anthropos, u hombre) se remontan  a los mitos de las culturas antiguas donde la división imaginaria entre el ser humano y los animales no estaba delimitada de manera uniforme como en la actualidad. Las encontramos en diversas tradiciones europeas y mesoamericanas. Con algunos matices ubicamos la idea mesoamericana del Nagual- espíritu de un animal que protege a una persona desde su nacimiento-, en diversas tradiciones del folclore español y en antiquísimos relatos de Europa del Este.
Algunos historiadores las remontan a Egipto y Grecia. Los egipcios asociaban al lobo con el dios Upuaut, relacionado con la muerte y la guerra, quien representaban con cuerpo humano y cabeza de lobo, y le rendían culto en la ciudad consagrada especialmente para él, llamada Licópolis.
dios egipcio Upuaut

La primera  leyenda sobre un hombre lobo bien identificado es una griega.
De acuerdo con ella,  Zeus,  la figura máxima del Olimpo, estaba afligido por la maldad del género humano y decidió visitar la Tierra para ponerlo a prueba.
El primer individuo de su examen fue un tal Licaón, tirano de algún lugar de la Hélade. Zeus se presentó a su casa y le dijo que era rey del Olimpo y que lo invitara a cenar. Creyendo que se trataba de un farsante Licaón quiso desenmascararle mediante un perverso plan: servirle carne humana como platillo principal. Con tal propósito, ordenó el sacrificio y la preparación de un prisionero guerra. Zeus reconoció el ingrediente del perverso plan y aplicó un castigo ejemplar al tirano: Convertirlo en lobo.
Zeus al descubrir el plan de Licaón lo transforma en lobo.
Los cántabros, habitantes del norte de la Península Ibérica, entre cuyas tribus se encontraban los avaraginos, los coniscos, los orgenomescos y los vanidienses alrededor del año 195 a.C., son otro buen ejemplo de licantropía antigua. En su obra Los cántabros antes de Roma el arqueólogo e historiador Eduardo Peralta L. refiere que la costumbre de vestir las pieles de animales sacrificados refiere al deseo de apropiarse mágicamente de sus habilidades. Así como los guerreros mexicas portaban la piel del jaguar y las plumas del águila, los cántabros preferían la de los osos y lobos, lo que dio lugar a historias de Licantropía. En el pueblo cántabro las transformaciones de un guerrero adolescente  en fiera (tal como la que se ha supuesto en todas las historias de Licantropía) no buscaba que sólo adaptara su bravura, la astucia o la fuerza física de los lobos; era más bien,  “una experiencia mágico religiosa que modificaba radicalmente su forma de ser humana por un acceso de furia agresiva, por un furor heroico que lo hacía invencible y lo desligada de las leyes y costumbres humanas, convirtiéndose en superhombre porque conseguía asimilarse a la fuerza mágico-religiosa de los animales carnívoros, dedicándose a partir desde entonces un estrecha solidaridad mística entre el guerrero y el lobo”.
El guerrero al colocarse piel de Lobo adquiría sus destrezas
La Leyenda Renace
El caso de los cántabros explica en términos generales, el origen de la leyenda, proceso común en culturas de distintas latitudes y sus religiones primitivas. Para comprender su persistencia hasta nuestro presente es indispensable mencionar una característica esencial de las leyendas: se transmiten de generación en generación; con el paso del tiempo  su contexto y asociaciones culturales varían, pero mantienen la misma esencia. Al ser productos de la imaginación basados en elementos reales poco a poco se exageran, se distorsionan y se enriquecen con nuevos elementos. Las leyendas de los hombres-lobo subsistieron en la era cristiana como consejas populares de ciertas localidades aún sumidas en la magia y el paganismo. Sin embargo entre los siglos XVI y XVII recuperaron una fuerza inusitada.
El foco de éste fenómeno fue Europa. En 1573, en Francia, se presentó el caso del asesino múltiple Gilles Garnier, quien victimaba niños y comía sus cadáveres –Necrofilia-. Los lugareños afirmaban que para lograr sus crímenes se transformaba en lobo.
Lo más curioso fue el testimonio  del propio Garnier; confesó que sufría esa transformación y fue condenado a muerte. Un caso similar fue el del alemán Peter Stubbe, afamado licántropo de Colonia, donde en 1589 mató y devoró a dos mujeres embarazadas y a trece niños (incluyendo su hijo).  Durante su juicio  relató que el demonio le había otorgado un cinturón mágico que lo convertía en lobo. En esa etapa y ese continente hubo decenas de acusaciones por crímenes de Licantropía de los cuales sólo 4 hombres fueron llevados a juicio entre 1520 y 1575.
El caso del Sr. Garnier en Francia en 1573

El segundo gran motor de la leyenda fue la cacería de brujas iniciada por la iglesia católica para desterrar los vestigios de las religiones paganas. El clero acusador aseguraba que las brujas se transportaban a sus festines montadas en lobos, y que los brujos inspirados por el poder del demonio, se transformaban en lobos para atacar  a las personas.
Un supuesto caso ocurrió en la región francesa Auvernia en 1588. Un cazador enfrento un lobo, le cortó la pata y la echó en un saco. Horas después visitó a un noble para mostrársela pero cuando la sacó se había convertido en una delicada mano de mujer con un anillo de oro. El noble reconoció la sortija pues la pertenecía a su mujer quien estaba en la cocina tratando de parar una hemorragia que sufría producida por una herida en el brazo. Fue quemada por bruja. Otro caso contemporáneo a éste nos remite al origen de la leyenda. En 1603 el pastorcillo adolescente Jean Grenier fue arrestado en Burdeos por devorar a varios niños y perros.  En el relato Grenier contó que un mago del bosque le había dado un ungüento especial y la piel de un lobo desollado. Le bastaba ponerse ponérsela para convertirse en lobo luego, se supo que estaba afectado por una enfermedad mental y que ésta historia como muchas otras eran producto de su mente delirante.



Los autores del libro Rumbo a lo Desconocido, aseguran que la ola de enajenados que creían ser lobos (y quienes decían verlos) se explica por el consumo de Cornezuelo (Claviceps purpurea) – en otro artículo se hablará de éste ascomiceto- un hongo del grupo de los ascomicetes que crece entre el centeno y tiene propiedades enteógenas, es decir, produce alucinaciones, situación que podría explicar las alucinaciones.

APROXIMACIÓN CIENTÍFICA
La leyenda siguió su curso en momentos más o menos fértiles según la cual el hombre se convertía en lobo luego de con consumir hierbas relacionadas con ellos, bebe agua del mismo estanque donde abrevan, se cubre con la piel de ellos, practica magia, es el séptimo hijo de una familia y no es bautizado – el caso de lobizón un caso de la mitología guaraní-, tiene relaciones sexuales con un hombre lobo o es mordido por éste. Resistentes a todo tipo de ataques en las noches de luna llena la única forma de matarlos era dispararles con una bala de plata, darle tres golpes en la nuca o hacerlos derramar  tres gotas de sangre.
¿Qué tiene que decir la ciencia al respecto? Ningún científico respetable puede avalar la transformación de un hombre en lobo y por eso su enfoque se ha centrado en la creencia en el propio sujeto que es víctima de un trastorno psiquiátrico, lo cual alcanzó a vislumbrarse en el caso de Grenier.
Tras la publicación de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, los progresos en los conocimientos de la personalidad y sus patologías tuvieron un acelerado avance.
Los psiquiatras consideraron que la licantropía, la supuesta habilidad de un hombre para convertirse el lobo, está asociada con una psicosis severa, lo que antes era llamado genéricamente “locura”  y es, en esencia la pérdida de contacto con la realidad. Los médicos hondureños informaron de un caso de una mujer con actividad licantrópica en la cual narran la conducta: “una mujer convencida de ser miembro de los cánidos, entre perra y loba. La paciente esquizofrénica, se tiraba el suelo para caminar con pies y brazos e imitar a los animales salvajes" y, continúan los doctores, “manifestaba ideas delirantes secundarias diversas. Refería que era un animal (ladraba, imitaba y ladraba como animales); decía que venía a salvar el mundo; que era la hija de una perra que había muerto y resucitado; que tenía poderes obtenidos de sus padres y que sus hijos tenían 100 años”. En la discusión del caso los expertos hablan de ejemplo de pacientes licántropos de otras épocas y enumeran caso legendarios como la conversión del rey Nabucodonosor que se menciona en la Biblia. Los doctores los identifican como enfermos mentales y explican la actitud de la sociedad donde se aparecen.
El diagnóstico de la mujer hondureña fue manía, un trastorno mental que se define como “una elevación anómala del estado de ánimo”. Los médicos la trataron con fármacos a base de litio y la mayoría de los síntomas, incluyendo la conversión en fiera desaparecieron. En el ámbito psiquiátrico tambien  se caracteriza la licantropía como una desviación de la conducta sexual, una forma de sadomasoquismo en la que el individuo se cree lobo o vampiro y llega a herir a su pareja.
La interpretación  más amplia de ésta situación como  la contenida en el ensayo  Lycanthropy-psychopathological aspects, elaborado por expertos de la Universidad de Hannover, Alemania, asegura que puede  tratarse de un intento de proyectar afectos reprimidos, especialmente de contenido agresivo y sexual, a través de una figura animal.

ELEMENTO CULTURAL
Como ya hemos visto a lo largo de la historia han surgido innumerables historias que involucran eventos licantrópicos, sin embargo es de señalar el aspecto que en muchas culturas y regiones del  mundo no existen lobos mas surgieron mitos de conversiones humanas en animales propios del lugar: tigres y guepardos.
Más que las anécdotas pobres y mal planteadas, el análisis del impacto del hombre-lobo ha de ver su figura como un elemento rico en factores culturales de las distintas regiones en donde se han relatado las leyendas. Éste y otros personajes como el Conde Drácula y la momia egipcia forman parte de la imaginación colectiva. Aunque sus primeras apariciones literarias se remontan a la Edad Media, el mayor desarrollo de éstas ocurrió a partir del siglo XIX, en el ámbito de la novela gótica, antecedente de las novelas y cine de terror.
Mucha admiración es la que provoca recordar los lobos y  verlos en organizadas jaurías, no obstante a raíz de mitos y leyendas por ciertas cosas no entendidas por los humanos en una época  ha puesto en peligro la supervivencia del lobo en sus diversas  variantes regionales.  Es ahora cuando podemos tomar las riendas y tratar de salvaguardar la vida de un animal que un momento fue de gran admiración para los humanos.
En tus manos está mi futuro.